En 1987, Daniel Katz, en ese entonces de 24 años, cofundaba Rainforest Alliance, una pequeña organización con una gran misión: salvar los bosques tropicales. Este mes, que celebramos nuestro 35 Aniversario, Daniel nos cuenta acerca de todo el camino recorrido, desde la inspiración inicial hasta el movimiento global.
Desde el día uno, Rainforest Alliance ha sido un trabajo con pasión. Éramos un pequeño grupo de jóvenes idealistas, preocupados por el destino de los bosques tropicales y todas las especies que viven en ellos. Comenzamos Rainforest Alliance con cero dólares, contactos o donaciones. Pero creo que lo compensamos con pura determinación. Aún recuerdo cuando a finales de 1987, recibimos nuestra primera donación de 100 dólares, de parte del Dr. Thomas Lovejoy, un reconocido ecologista que de hecho contribuyó a popularizar el término “biodiversidad”.
Hemos podido prosperar gracias a la gran cantidad de personas apasionadas que han estado involucradas desde el inicio – cada uno con talentos y conocimientos particulares que han aportado a la organización. Nuestra alianza siempre se ha basado en la combinación ideal de personas trabajando juntas – organizadores, líderes de comunidades, productores, colaboradores, empresas, organizaciones no gubernamentales y millones de individuos alrededor del mundo. Estamos tratando de cambiar el mundo, y por supuesto eso no es algo que uno haga solo.
“Aún recuerdo cuando a finales de 1987, recibimos nuestra primera donación de 100 dólares – de parte del Dr. Thomas Lovejoy – y cada meta lograda en el camino”

Claramente, la clave es la colaboración. En los años 80, era casi imposible convencer a cualquier compañía de trabajar con nosotros. La responsabilidad social corporativa, aún no había cobrado relevancia, y a los directores les parecíamos una broma. Pero perseveramos. Rainforest Alliance creció y evolucionó, expandiendo nuestro alcance a otros tipos de bosques tropicales. Innovando con una certificación independiente, evaluada por una tercera parte, como una forma para generar una transformación hacia la sustentabilidad. Nuestro trabajo fue revolucionario. La certificación no solo ha ayudado a compañías a comprender el impacto directo de sus elecciones de suministros, sino que también nos ha permitido conectar con los consumidores, agricultores y comunidades forestales que se encargan de proteger los paisajes más valiosos del mundo.
Con los años, hemos expandido también nuestras herramientas para la sustentabilidad: Aprendimos que la certificación funciona mejor con programas que abarcan el panorama completo de conservación del paisaje y con el apoyo local de nuestros esfuerzos, para luego lograr el apoyo global. De la misma manera, aprendimos que nuestros programas deben evolucionar alineándose a las tecnologías y avances contemporáneos.
Por eso, en el 2020, Rainforest Alliance publicó un nuevo Estándar de Agricultura Sustentable – uno que rediseña la certificación como la conocíamos. En el campo, esto significa fortalecer los sistemas de monitoreo, invertir más en el apoyo y capacitación de productores, innovar en el área digital – y tal vez lo más importante – significa un compromiso por seguir mejorando; porque la sustentabilidad es un viaje, no un destino.
Debo admitir que cuando empecé Rainforest Alliance, pensé que seguramente llegaría el día en que cerraríamos. Pensé que nuestro trabajo estaría terminado y habríamos logrado conservar los bosques tropicales del mundo. Treinta y cinco años después, está claro que el trabajo de Rainforest Alliance es aún extremadamente necesario. Y nuestra misión se vuelve más urgente cada día.
Pero mirando hacia atrás, nuestro viaje me da esperanza. Cuando comenzamos nuestro equipo cabía en una (muy pequeña) habitación. Hoy, en el 2022, nuestra alianza global cuenta con más de 600 miembros del staff trabajando alrededor del mundo. Más de dos millones de agricultores en 70 países. Millones de personas confían en nuestra pequeña rana verde para guiarlos hacia una elección más sustentable cuando compran, hacia un mejor futuro para el planeta. ¡Qué privilegio y alegría haber sido parte durante estos 35 año! Y lograr que más personas comprendan que realmente sí podemos prosperar en armonía con la naturaleza.