Cómo nuestro Estándar de Agricultura Regenerativa genera impacto

Los suelos degradados están erosionando la productividad de las fincas en todo el mundo y, a su vez, alimentando la deforestación para expandir las tierras agrícolas, especialmente allí donde los monocultivos y otras prácticas de cultivo intensivo siguen siendo lo habitual. Las investigaciones muestran que una de cada cinco hectáreas de tierras agrícolas ya está degradada, lo que reduce el rendimiento de los cultivos y aumenta la vulnerabilidad a la sequía y a las enfermedades. Si no se toman medidas urgentes, la salud del suelo seguirá deteriorándose en espiral, arrojando a los productores a una situación económica aún más difícil e incierta, y amenazando la seguridad alimentaria mundial. 

¿Qué incluye el Estándar? 

• Muestreo detallado del suelo y las hojas para proporcionar datos sobre desequilibrios de nutrientes, contenido de materia orgánica y salud de las plantas.  
• Aplicación específica de fertilizante basada en los resultados de los análisis de suelo y en un plan de manejo de nutrientes. Esto reduce la lixiviación de nutrientes, la acidificación del suelo y la alteración microbiana a largo plazo. 
• Uso de compost y materia orgánica para mejorar la actividad microbiana del suelo, la capacidad de retención de agua y el ciclo de nutrientes, generando fertilidad de forma natural y reduciendo la dependencia de fertilizantes sintéticos.  
• Objetivos progresivos de cobertura permanente del suelo, como el mantillo o la cobertura de cultivos. Esto protege la capa superficial del suelo de la erosión y modera las fluctuaciones de temperatura, elimina las malezas y sustenta la vida microbiana esencial para la disponibilidad de nutrientes. 

La evidencia muestra que los enfoques regenerativos preparan mejor a los productores para enfrentar los impactos del cambio climático, desde cambios en los patrones de lluvia y sequías prolongadas hasta un aumento correspondiente de plagas y enfermedades. En un estudio, las fincas que adoptaron un enfoque regenerativo durante una temporada de fuerte infestación de hongos casi no vieron pérdida de rendimiento, mientras que las fincas vecinas vieron caer sus rendimientos en más del 50 por ciento. 

¿Qué incluye el Estándar? 

• Establecimiento de sistemas agroforestales que incorporen árboles de sombra y cobertura orgánica como hojarasca y mantillo. Estas prácticas tienen muchos beneficios: la cobertura de sombra regula los microclimas locales y aumenta la captura de carbono, la hojarasca aumenta la retención de humedad y la presencia de más raíces de árboles estabiliza el suelo. Al fomentar la biodiversidad tanto por encima como por debajo del suelo, la agrosilvicultura hace que los ecosistemas agrícolas sean más robustos y adaptables. 
• Priorizar las variedades de plantas resilientes al clima para asegurar que los cultivos puedan tolerar estrés como sequía, calor o cambios en del grado de incidencia de las plagas. Al elegir cultivos adaptados a las condiciones locales, los productores tienen más probabilidades de obtener rendimientos estables. 
• Renovación y rehabilitación de los cultivos en un ciclo regular para mantener las fincas productivas y resilientes. Por ejemplo, los productores de café deben renovar los árboles viejos cada 5 a 9 años para mantener el rendimiento y la rentabilidad. Las prácticas de renovación deben adaptarse a las necesidades individuales de cada región o finca y pueden incluir, por ejemplo, injertar vástagos en árboles establecidos, podar ramas enfermas o reemplazar árboles viejos para adaptarse a las condiciones locales. 
• Exigir una planificación integrada del manejo de malezas promueve el uso reducido o nulo de herbicidas y aumentar la resiliencia general del sistema ante el estrés climático. Este enfoque combina técnicas culturales (como dejar que las malezas de bajo crecimiento y no invasivas permanezcan en el lugar para proteger el suelo y suprimir las especies más agresivas) con técnicas mecánicas (eliminar las malezas a mano) y biológicas (introducir depredadores o parásitos naturales).   

La agricultura convencional y la continua expansión agrícola son los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad mundial: desde la deforestación y el drenaje de humedales para tierras de cultivo hasta el uso excesivo de agroquímicos, entre otros. La destrucción del hábitat y la agricultura, que exige un alto consumo de recursos, debilitan funciones vitales del ecosistema, como la polinización y el control natural de plagas, poniendo en riesgo tanto la naturaleza como los sistemas agrícolas. De hecho, la expansión agrícola amenaza al 86 por ciento de las especies en riesgo de extinción. Para detener esta tendencia y revertirla debemos transformar el modo en que se planifican, gestionan y conectan las fincas con los paisajes que las rodean. 

¿Qué incluye el Estándar? 

• Los requisitos mínimos de vegetación natural ayudan a mantener o restaurar parches de hábitat nativos que sustentan a los polinizadores, las aves y el control natural de plagas. Esto incluye mantener la cubierta arbórea natural de la finca, proporcionando un hábitat para la vida silvestre y los insectos, protegiendo contra el viento y la erosión y aumentando la resiliencia climática. 
• Requisitos ampliados de agrosilvicultura con seguimiento de especies para exigir que la cubierta arbórea incluya una mezcla rica de especies de árboles nativos o naturalizados que sustenten corredores de vida silvestre, proporcionen hábitats para aves y atraigan polinizadores, microorganismos y pequeños mamíferos.  
• Control de plagas amigable con la naturaleza. Los productores deben tener un plan anual de manejo de plagas que incluya monitoreo, seguimiento y prevención, no solo fumigación. Esto podría incluir el uso de enemigos naturales, la siembra de plantas repelentes o la aplicación de tratamientos específicos solo cuando sea necesario. 
• Monitoreo de productos químicos controlado y reducido a lo largo del tiempo. Los productores deben comenzar a recopilar datos sobre qué plaguicidas utilizan y en qué cantidades. Estos registros ayudan a ilustrar el alcance del uso de pesticidas a lo largo del tiempo y alientan a los productores a buscar alternativas más seguras y sostenibles. Para 2028, los productores deberán eliminar gradualmente todos los plaguicidas excepcionalmente dañinos. 
• La biodiversidad agrícola protegida de manera integral. El manejo integrado de malezas incluye dejar crecer algunas malezas beneficiosas; estas malezas blandas o plantas con flores sustentan la vida de los insectos y ayudan a reducir la necesidad de herbicidas. Pueden tener una amplia variedad de rasgos beneficiosos, como propiedades medicinales o ser fuente de alimento para personas u otros animales. 

La expansión agrícola convencional y la mala gestión de la tierra están agotando los recursos hídricos en todo el mundo. La erosión y las escorrentías de químicos contaminan los cuerpos de agua, reducen la recarga de agua subterránea y contribuyen a la escasez estacional. Dado que la agricultura es responsable del 70 por ciento del uso mundial de agua dulce, las prácticas regenerativas podrían tener un impacto inmenso para aliviar el estrés hídrico y proteger los ecosistemas a largo plazo. 

¿Qué incluye el Estándar? 

• Evaluaciones de riesgos hídricos en la finca para identificar vulnerabilidades en la disponibilidad, calidad y uso del agua. Esto ayuda a adaptar la gestión del agua a las condiciones locales, como la exposición a la sequía, los derechos de agua o la competencia por los usuarios cercanos. 
• Técnicas de conservación de suelo y agua, como la construcción de terrazas, cobertura del suelo con material orgánica o inorgánica y la plantación en contorno (es decir, plantar siguiendo la forma natural del terreno). Estas prácticas reducen las escorrentías e incrementan la infiltración, lo que a su vez refuerza la humedad del suelo y recarga el agua subterránea.  
• Protección de las zonas de amortiguamiento ribereñas para resguardar los cursos de agua de la sedimentación y de escorrentías agroquímicas, apoyando al mismo tiempo la biodiversidad y estabilizando las riberas de los ríos. 
• Irrigación eficiente del agua Requerimos que las fincas empleen sistemas de irrigación que conserven el agua y que los ajusten según el tipo de suelo, necesidades de los cultivos y la precipitación pluvial. Los productores empiezan a controlar su uso del agua desde la primera auditoría. Esto ayuda a identificar fugas o ineficiencias e impide problemas como salinización, anegamiento o agotamiento de los acuíferos. 
• Cosecha de agua de lluvia Cuando es posible, las fincas recogen y almacenan agua de lluvia de los tejados o de pequeñas cuencas para usarla en riego o limpieza, reduciendo así su dependencia de los ríos o de las aguas subterráneas y protegiéndose de los períodos secos. 
• Gestión comunitaria del agua. Las fincas y los grupos de fincas deben participar en esfuerzos colectivos, como unirse a grupos locales de cuencas hidrográficas o colaborar con los vecinos para reducir la contaminación y restaurar los humedales. Este enfoque centrado en el paisaje ayuda a proteger las fuentes de agua compartidas por todas las comunidades agrícolas. 
• Las instalaciones de procesamiento deben reducir el uso del agua. Si un grupo de fincas tiene unidades de procesamiento centralizadas (como estaciones de lavado de café o cobertizos de marchitado de té), se les exige medir y reducir la cantidad de agua utilizada por unidad de producto, disminuyendo así la carga sobre las fuentes locales de agua. 

Para que un enfoque regenerativo funcione en el largo plazo necesita mejorar no sólo la tierra sino las vidas de las personas que la manejan.  Cuando productores y trabajadores están seguros, saludables y ganan un ingreso estable; cuando sus hijos pueden ir a la escuela y su futuro está seguro, pueden y están más motivados a cuidar de la tierra. Este enfoque con las personas puestas en primer plano es, no solo es cuestión de principio, es una trayectoria esencial hacia la resiliencia y regeneración ambiental. Mercados volátiles, el aumento de los costos de los insumos, acceso limitado al crédito y precios inestables en la finca son algunos de los desafíos económicos que pueden arraigar la pobreza y acelerar la degradación ambiental. Sin embargo, nuestros hallazgos del monitoreo y evaluación en Etiopía, Kenia y Honduras han demostrado que la agricultura regenerativa puede mejorar la rentabilidad de las fincas al incrementar los rendimientos y reducir los costos de los insumos. 

¿Qué incluye el Estándar?  

• Un enfoque de evaluación y abordaje en materia de derechos humanos ayuda a los productores y a los trabajadores agrícolas a responder ante preocupaciones sobre el trabajo infantil, el trabajo forzoso, la discriminación, y la violencia en el lugar de trabajo y acoso. El Estándar incluye requisitos sobre mitigación de riesgos, monitoreo y remediación. Este también incluye capacitación sobre salud y seguridad ocupacional, que incluye el uso adecuado del EPP y de la maquinaria. 
• Las afirmaciones creíbles sobre regeneración pueden respaldar el acceso a los mejores mercados, ofrecer incentivos financieros que recompensen a los productores por sus esfuerzos regenerativos, ayudando a garantizar la adopción a largo plazo. Cuando los productores reciben apoyo para regenerar su tierra, y para conectarlos con compradores que valoran esos esfuerzos, están mejor equipados para prosperar en el largo plazo. 
• La elección de especies arbóreas rentables para la agrosilvicultura representa oportunidades adicionales de ingresos. 
• Las prácticas de salud del suelo ayudan a los productores a reducir sus costos de insumos y a mejorar el rendimiento de los cultivos, todo ello al tiempo que se reconstruyen las bases de sus fincas.