Los bosques son vida. Son fuente de aire, agua, alimento, refugio, medicina: son vitales para la supervivencia de todos los seres vivos de la Tierra. Desde las selvas tropicales hasta los bosques boreales nevados que circundan el hemisferio norte, estos centros ecológicos sustentan los medios de subsistencia de 1.600 millones de personas y albergan el 80 % de la biodiversidad terrestre del planeta. Su capacidad para generar lluvia es fundamental para millones de agricultores de todo el mundo, así como para la seguridad alimentaria mundial. A medida que se intensifica la lucha para impedir el cambio climático, los bosques podrían ser nuestra solución climática natural más importante.
Los científicos más prominentes del mundo en temas climáticos coinciden en que aún es posible mantener el calentamiento global por debajo de la línea crítica de peligro de 1,5 grados, si bien esto requiere «cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad». Esto no solo implica reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, sino también extraer el dióxido de carbono ya liberado a la atmósfera. Por fortuna, la naturaleza ha inventado la mejor tecnología de captura de carbono que existe: los árboles.
Árboles: la tecnología de captura de carbono de la naturaleza

A medida que crecen, los árboles van absorbiendo las emisiones de dióxido de carbono que contribuyen al calentamiento global, convirtiéndolas en oxígeno puro. Los bosques también desempeñan un papel vital en el enfriamiento del planeta, regulando los microclimas locales al proporcionar sombra y transpirar agua. En conjunto, los bosques son una solución natural increíblemente poderosa para el clima, puesto que existen estudios que estiman que la conservación de los bosques podría reducir 700.000 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono cada año, lo que equivale a deshacerse de todos los automóviles del planeta.
Árboles como generadores de lluvia
Los árboles generan lluvia. Absorben la humedad del suelo por medio de sus raíces y la liberan al aire a través de sus hojas, creando nubes de lluvia y moldeando los patrones climáticos globales. Los científicos han observado que el aire que atraviesa los bosques tropicales produce dos veces más lluvia que el aire que pasa por zonas con menor densidad de vegetación. Estos bosques crean gigantescos ríos en el cielo que generan precipitaciones a cientos o miles de kilómetros de distancia. Por otra parte, sin los bosques, los expertos advierten que el interior de los continentes se convertiría en desiertos, y los arroyos e incluso los grandes ríos como el Nilo podrían llegar a secarse.
No obstante, las tasas de deforestación mundial continúan acelerándose, privándonos de nuestra mejor defensa contra el cambio climático, amenazando la seguridad alimentaria mundial y ocasionando dificultades extremas a las comunidades agrícolas y forestales de todo el mundo.
¿Qué impulsa la deforestación mundial?
Las estadísticas muestran un cuadro alarmante. Según Global Forest Watch, los trópicos perdieron 11,1 millones de hectáreas de cobertura arbórea en 2021, incluidas 3,75 millones de hectáreas de selva primaria irremplazable. Esta destrucción no solo representa la pérdida de su enorme potencial de almacenamiento de carbono, sino que a su vez genera más emisiones de gases de efecto invernadero, al quemar o dejar podrir los árboles talados. Este mismo estudio revela que la pérdida de bosques tropicales en 2021 se tradujo en 2,5 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a las emisiones anuales de combustibles fósiles de la India.
Todos estos factores forman parte de una economía global basada en la explotación de los recursos naturales: tala, minería y apropiación de tierras para la expansión agrícola. Esto último, por sí solo, es responsable de un impactante 80% de la pérdida de bosques tropicales. Desde Brasil hasta Indonesia, las grandes empresas agrícolas arrasan enormes franjas de bosque pristino para hacer espacio a lucrativos pastos destinados a animales y tierras de cultivo. Al hacerlo, la deforestación por tala y quema (la forma más rápida de despejar un bosque) está incendiando nuestro planeta precipitando una reacción ecológica en cadena de incremento de las emisiones, aumento de las temperaturas e incendios forestales devastadores, como los que aún arrasan el Amazonas.
Cómo trabajamos para proteger los bosques
La lucha por la protección de los bosques del mundo es el eje de la misión de Rainforest Alliance. Junto con agricultores, científicos, comunidades forestales indígenas, gobiernos, empresas responsables y ciudadanos, trabajamos diligentemente en más de 60 países para cultivar economías rurales sostenibles, la estrategia más ampliamente probada para mantener nuestros bosques sanos y verdes.
Estas son nuestras principales estrategias para la preservación de los bosques tropicales en todo el mundo:
PROTEGER LOS BOSQUES MEDIANTE LA AGRICULTURA SOSTENIBLE
Los métodos de cultivo convencionales resultan sumamente intensivos; privan a los suelos de sus nutrientes, reduciendo constantemente la productividad de los cultivos temporada tras temporada. En su desesperación, los agricultores de subsistencia de los trópicos (la mayoría sumidos en la pobreza) se ven forzados a talar los bosques cercanos en busca de nuevas tierras fértiles. Si queremos que nuestros bosques continúen existiendo, es necesario ayudar a los agricultores a romper este círculo vicioso fomentando prácticas agrícolas más sostenibles.
Nos enfocamos en cultivos clave relacionados con la deforestación tropical (como el café, té, cacao y banano); hasta la fecha, existen más de dos millones de agricultores en nuestro programa de certificación agrícola que practican métodos de cultivo más sostenibles. Estas técnicas están diseñadas para maximizar la productividad de las tierras de cultivo existentes con el fin de evitar la intrusión en tierras de bosque, e incluyen: mejorar la salud del suelo mediante el uso de compostaje, gestión integrada de malas hierbas, rotación de cultivos y técnicas climáticamente inteligentes para conservar el agua y prevenir enfermedades.
SILVICULTURA COMUNITARIA COMO ESTRATEGIA DE CONSERVACIÓN

Deforestación en la frontera de la Reserva de la Biosfera Maya de Guatemala con Belice. Nueve de las concesiones forestales comunitarias con las que aquí trabajamos han registrado un nivel de deforestación prácticamente nulo en los últimos 15 años.
Los mejores protectores del bosque son quienes viven de él. Es por ello que nos asociamos con comunidades forestales desde Mesoamérica hasta el Sudeste Asiático, promoviendo estrategias de paisaje sostenibles que respalden los medios de subsistencia locales en armonía con la salud del bosque.
Si bien la extracción de madera de los bosques protegidos podría no parecer una buena estrategia para combatir la deforestación, los éxitos de la conservación hablan por sí mismos. Uno de los ejemplos más inspiradores es nuestro trabajo en la Reserva de la Biosfera Maya en Guatemala. Aquí, en una zona que padece uno de los peores índices de pérdida de bosques de Centroamérica, nueve concesiones forestales manejadas por la comunidad han alcanzado un nivel de deforestación prácticamente nulo en los últimos 15 años. Pero su logro no termina ahí, las concesiones tienen una incidencia de incendios forestales substancialmente menor que las áreas protegidas vecinas. Aprovechando lo logrado con este éxito, hemos desarrollado un Enfoque de Gestión Integrado de Bosque Comunitario para trabajar en otras regiones.
AYUDAR A LAS COMUNIDADES FORESTALES A CREAR EMPRESAS SOSTENIBLES
Cuando los bosques se gestionan de forma responsable, las comunidades que viven en ellos y sus alrededores pueden convertir sus cultivos en prósperos negocios a partir de una rica variedad de productos forestales no madereros: desde la miel hasta flores y frutas. Rainforest Alliance ofrece capacitación en planificación empresarial para ayudar a las comunidades forestales a crear empresas sostenibles. Además, implementamos programas de asistencia técnica para ayudar a las comunidades a mejorar el valor comercial de estos productos y garantizar su producción conforme a estrictos planes de gestión forestal.
En la Amazonia andina, hemos trabajado con las comunidades indígenas de Madre de Dios para revitalizar la producción local de nuez de Brasil. Estas nueces, que crecen de forma natural en la selva y no pueden cultivarse, son un producto valioso y un fuerte incentivo para conservar el buen estado de los bosques en una región donde la deforestación (vinculada a la minería ilegal) está fuera de control. Tradicionalmente, las vainas enteras se vendían a granel, pero hemos trabajado con las comunidades autóctonas para desarrollar un modelo de negocio más dinámico. Actualmente, los frutos secos se transforman localmente en aceites gourmet y productos de confitería, en lugar de venderse a intermediarios; esto reditúa ingresos de casi 31 millones de dólares.
ESTRATEGIAS DE MERCADO PARA PROTEGER LOS BOSQUES
Una transición sostenible, con impacto y duradera requiere una inversión significativa. Pero el costo de hacer más sostenibles las empresas agrícolas y forestales no debe recaer exclusivamente sobre los productores rurales. Las empresas ocupan una posición idónea para ayudar a los productores y las comunidades forestales contribuyendo a los costos iniciales y pagando más por los productos que se hayan producido de forma más sostenible. Y todos nosotros, como consumidores, podemos alentar a las empresas a hacerlo tomando mejores decisiones, por ejemplo, optando por comprar productos que hayan recibido la certificación de Rainforest Alliance.
Eso por ello que la certificación puede ser una herramienta muy válida en la lucha contra la deforestación, si se aplica de la mano con inversiones a largo plazo por parte de empresas y políticas gubernamentales rigurosas que apoyen el cambio. Aprovechando décadas de experiencia, trabajamos para reimaginar la certificación con el fin de aprovechar mejor el poder del mercado para el cambio medioambiental, social y económico a lo largo de la cadena de suministro. Rainforest Alliance también es cofundador y miembro del Consejo de Administración Forestal (FSC), líder mundial en gestión y certificación forestal.
NEGOCIOS RESPONSABLES DEL BOSQUE A LAS ESTANTERÍAS
En Rainforest Alliance nos consideramos un aliado de importancia clave de las empresas que, como nosotros, desean hacer de los negocios responsables la nueva normalidad. Ofrecemos asesoramiento experto a estas empresas sobre cómo abastecerse de materias primas (como el cacao, café y palma aceitera) de un modo más sostenible y colaboramos con ellas en su viaje hacia la sostenibilidad para eliminar la deforestación y violaciones de los derechos humanos de sus cadenas de suministro, del bosque a las estanterías.
En julio de 2019, lanzamos conjuntamente la Iniciativa del Marco de Rendición de Cuentas (AFi) junto con una coalición de otras 14 ONG medioambientales y sociales. Esta iniciativa alinea una amplia gama de herramientas y estándares de control existentes (como la certificación) y ofrece a las empresas un enfoque claro y armonizado para medir y cumplir sus compromisos de sostenibilidad.
INFLUIR EN POLÍTICA PARA FOMENTAR LA SALUD DE LOS BOSQUES
Más de 30 años de experiencia en la lucha contra la deforestación favorecen la exclusiva posición de Rainforest Alliance para asesorar a los gobiernos y las empresas sobre cómo aplicar un cambio significativo en apoyo de la salud de los bosques. Nuestro equipo de abogacía trabaja tanto a nivel regional como nacional para influir sobre la consecución de políticas empresariales más responsables y fomentar una acción legislativa de gran alcance a nivel mundial.
Por medio de nuestro Programa de Alianzas Sectoriales, reforzamos la capacidad de para abogar de las organizaciones locales de la sociedad civil en nueve países de Centroamérica, África Occidental y Oriental, y el Sudeste Asiático. Al centrarnos en temas complejos, como la deforestación e igualdad de género (que requieren un enfoque sectorial), apoyamos a las organizaciones asociadas en sus esfuerzos por influir en los responsables locales de toma de decisiones y líderes empresariales. Con nuestro apoyo, por ejemplo, Kalimajari Foundation en Indonesia está logrando transformar las cadenas de suministro de cacao locales para mejorar, capacitando a los agricultores en prácticas de cultivo sostenibles y garantizar que haya un mercado fiable para sus cosechas. Incluso el gobierno indonesio ha adoptado el modelo de cacao de calidad de Kalimajari.
DE LA CONSERVACIÓN DE LOS BOSQUES A LA REFORESTACIÓN

Una solución climática natural que puede y debe usarse en paralelo con iniciativas firmes para detener la deforestación es la reforestación a gran escala. Por ese motivo, nuestro enfoque en materia de sostenibilidad se considera un viaje. Facilitamos a los agricultores una hoja de ruta desde la conservación hasta la restauración. Plantar nuevos árboles es un escenario en el que todos ganan, tanto la naturaleza como los productores. Plantar cultivos afines a la sombra (como el café y el cacao) junto con los árboles (una práctica denominada agrosilvicultura) ayuda a regular los niveles de temperatura y humedad, al tiempo que se enriquecen los suelos. Y si se plantan árboles frutales de sombra, los agricultores también pueden obtener una valiosa fuente de ingresos adicionales.
En Java Occidental, la agrosilvicultura ha ayudado a las comunidades cafeteras a recuperarse de diversas catástrofes. Cuando la deforestación provocó un devastador desgajamiento de tierras en 2004, ocho agricultores se animaron a reforestar. De este modo, juntos, fundaron la premiada cooperativa Klasik Beans. Una década después, han crecido hasta contar con 516 miembros y plantan dieciséis variedades diferentes de árboles de sombra en 548 hectáreas de tierra agrícola. Rony Syahroni, agricultor, nos explica: «No plantamos café en el bosque: diseñamos nuestras fincas para convertirse en bosques».